Aunque son típicos de Italia, todavía existe cierta controversia acerca de sus raíces, pues durante un tiempo se creyó que los espaguetis procedían de China y que fue Marco Polo quien los llevó por todo el mundo, pero esta creencia es errónea.
Su procedencia se acerca más a la cultura islámica. Durante la Edad Media, existían unos molinos en Sicilia, comarca que se encontró bajo el dominio musulmán hasta 1072, que se encargaban de producir pasta en grandes cantidades.
Esta se elaboraba tradicionalmente con un tipo de cereal diferente al empleado para preparar el pan normal. También su forma de preparación era distinta, pues se combinaba con ingredientes que hoy serían impensables. Un ejemplo de ello es la pasta a la romana, que se cubría con queso gratinado, mantequilla, azúcar, canela y con un toque de queso de probatura y que se cocinaba con agua de rosas para impregnar mejor el sabor. Ya veis, no, los espaguetis no los inventaron los italianos, pero sí fueron ellos los que perfeccionaron su receta y establecieron la mejor forma de disfrutarlos en la cocina.
La expansión de los espaguetis
Con la llegada de este tipo de pasta a Italia, los espaguetis se convirtieron en el alimento básico de la dieta napolitana. Un dato curioso es que, a los habitantes de Nápoles, que hasta el siglo XVI se les conocía como comeverduras, empezaron a llamárseles comemacarrones (manguamaccheroni) en el siglo XVII.
La principal causa de su abundante consumo se debe al descenso del nivel de vida, el cual limitó el acceso a la carne, y al crecimiento de los grandes latifundios de cereales, que ofrecían el trigo a un precio bastante asequible. Asimismo, la religión también fue una gran influyente, pues la pasta se convirtió en el gran sustitutivo de la carne en los días en los que se prohibía su consumo.
No obstante, aunque en las clases bajas predominara este alimento, en las ricas también destacó, llegando a ser un plato que se consumía principalmente en ocasiones especiales.
Un hito en la historia de la pasta: el tomate
La llegada del tomate a principios del siglo XIX importado desde América ayudó a desterrar el uso del azúcar y las especias en la elaboración de los espaguetis.
No obstante, no fue hasta 1844 cuando San Marzano publicó la primera receta de espaguetis en salsa de tomate, marcando así un hito en su forma de preparación. Poco a poco, esta combinación se dio a conocer en el extranjero y, gracias a sus diversas apariciones en el cine de finales del XIX, este plato se convirtió en uno de los más extendidos por todo el mundo.
¡Menos mal que llegó el tomate! ¡Ya no imaginamos una receta de espaguetis sin él! Es más, después de leer esto, ¿verdad que apetecen unos espaguetis con salsa boloñesa?
Tomado de Hida